Playas cristalinas, valiosos restos históricos y una fascinante red de culturas diversas sirven como telón de fondo para la gran lista de atracciones turísticas que se pueden ver en Salvador de Bahía. Las costas y el centro de la ciudad sorprenden a los turistas en cada paso, la combinación de culturas de origen europeo, amerindio y africano se expresa en la exclusiva gastronomía bahiana, la arquitectura ecléctica y las magníficas artesanías que se encuentran en cada rincón de la ciudad. la ciudad. A esto se suma la gran infraestructura urbana propia de su condición de tercera ciudad brasileña en población.
• Tour del Pelourinho
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, corresponde a la ciudad vieja, un área mágica donde la colorida arquitectura colonial, los templos barrocos y las estrechas calles empedradas se elevan y caen a través de su geografía escarpada.
Numerosos edificios históricos, espectáculos de danza callejera, ritmos de tambores en las plazas, docenas de bares y centros artísticos, terminan convirtiendo el Pelourinho en un espacio de ensueño que combina el rico patrimonio de tiempos pasados con una vibrante vida cultural actual.
• Playas de bahia
Con 50 kilómetros de arena blanca, Salvador tiene una de las costas más extensas del país. Desde Inema hasta Flamengo, hay varias playas que se distribuyen entre la ciudad baja (bañada por la interminable Bahía de Todos los Santos) y la ciudad superior (aguas del Atlántico). La temperatura tropical del agua, los magníficos paisajes marítimos y las animadas actividades culturales caracterizan la costa bahiana. El Puerto de la Barra es una de las playas más atractivas de Salvador, ya que es la única de la ciudad alta ubicada en la Bahía de Todos los Santos. Praia do Forte, lejos del centro, deslumbra con su riqueza ecológica.
• El famoso Carnaval de Bahía.
Entre los famosos carnavales de Brasil, el de Bahía ocupa un lugar incomparable por sus tradiciones pintorescas y su espíritu alegre y desenfrenado. Los propios brasileños lo consideran el carnaval más divertido de Brasil, y no es de extrañar: la celebración abarca 25 kilómetros de calles donde los "tríos eléctricos" son seguidos por unos dos millones de personas que saltan y bailan al ritmo de la música. Los amantes de la fiesta no pueden perder la oportunidad de viajar a Bahía en febrero, el mes del carnaval.
• Paseos por la "Praça da Sé"
Uno de los paseos peatonales preferidos en el centro de la Ciudad Alta es la "Praça da Sé", conectada al "Terreiro de Jesús" a través de la Catedral. Esta área no solo es la puerta de entrada al histórico "Pelourinho", sino que también disfruta de una animada vida cultural y comercial en sus numerosas tiendas y restaurantes.
• Puestas de sol en "The Solar do Unhão"
La mejor puesta de sol de Salvador se puede apreciar desde este complejo de arquitectura colonial, ubicado en la Bahía de Todos los Santos. Dentro de la antigua construcción se trabaja un pequeño Museo de Arte Moderno y un restaurante de excelente comida típica. Los conciertos de jazz se ofrecen los sábados por la noche.
• Ecología en el "Parque Abaeté".
Alrededor del lago Abaeté (famoso por el contraste cromático de sus aguas oscuras con las dunas blancas) se exhiben bellezas naturales vigorosas, conservadas por el Estado como áreas protegidas. El parque está ubicado en el barrio de Itapuã de Salvador, y además de su fascinante biodiversidad, cuenta con una zona de entretenimiento con bares donde se puede disfrutar de buena música.
• La riqueza arquitectónica de las iglesias.
Salvador es una ciudad de grandes raíces religiosas, como lo demuestra la gran cantidad de iglesias y capillas antiguas que se distribuyen en su territorio. Los templos ineludibles son la Catedral de Salvador, un majestuoso ejemplo de arquitectura manierista con más de 300 años de antigüedad; La Iglesia de Nosso.
"Senhor do Bonfim" en la península de "Itapagipe", neoclásico ricamente decorado; y el Convento de San Francisco, una de las iglesias de mayor magnificencia en el país, de lujoso estilo barroco.
• Compras en el mercado modelo
La más colorida de las tradiciones bahianas se encuentra en este enorme mercado de casi un siglo de vida, lleno de tiendas de arte y artesanía, así como algunos bares y restaurantes típicos.
• Ascensor Lacerda
Punto emblemático de la ciudad, este ascensor público fue creado en el siglo XIX por el ingeniero Augusto Frederico de Lacerda. Con sus 72 metros de altura, el ascensor conecta la Ciudad Alta con la Ciudad Baja, al estar ubicado en la estratégica Praça Cayru del distrito de Comércio. Desde su altura se obtienen fabulosas vistas de la bahía y del mercado modelo.
• La isla de Itaparica.
Un agradable paseo en bote conduce a ltarapica, una hermosa isla cerca de Bahía y llena de encantos coloniales en armonía con playas paradisíacas. La isla alberga dos municipios, Itaparica y Vera Cruz, ambos conocidos por su excelencia turística. Sus aguas curativas y sus hermosos arrecifes de coral hacen de la costa de Itaparica uno de los destinos favoritos para una excursión desde Salvador de Bahía.